La reestructuración de las cajas de ahorros dio ayer un nuevo paso con la adjudicación a la vasca BBK de Cajasur, intervenida por el Banco de España ante su situación de quiebra. La BBK exigió protección frente a la morosidad de los créditos de la caja cordobesa por 392 millones, que costeará el fondo de rescate, y ganó la subasta contra los deseos de la Junta de Andalucía. En paralelo, el Banco de España conminó ayer a los directivos de la alicantina CAM a aceptar la fusión con Cajastur.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de julio de 2010