El presidente del Gobierno, en el debate sobre el estado de la nación, respondió a Uxue Barkos, de Nafarroa Bai, que él "no podía darse un golpe contra la pared ¿por sus ideales socialdemócratas y progresistas? y que tenía que reducir el déficit". Añadió que "el Gobierno no ha abrazado principios neoliberales". Argumentó el presidente con la pereza intelectual de quien se ha rendido al pensamiento único económico pero, además, hizo un ejercicio de cinismo impropio de su supuesta ideología. Nadie discute que haya que reducir el déficit pero el Gobierno junto con el partido que lo sustenta ha renunciado a explorar vías adicionales que incidan sobre el aumento de los ingresos, plegándose así a los dogmas neoliberales, impuestos por Alemania y las instituciones de gobierno comunitarias, todas escoradas a la derecha.
El Gobierno y el PSOE han hecho caso omiso de todas las ideas económicas expuestas no solo por los partidos a su izquierda parlamentaria, sino también por prestigiosos economistas e instituciones que abanderan hoy un pensamiento progresista alternativo a la socialdemocracia gobernante. Existen esas propuestas, pero hace falta voluntad y coherencia ideológica para explorarlas, algo a lo que el presidente Zapatero y su partido han renunciado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de julio de 2010