La guerra afgana
Afganistán pondrá hoy el primer ladrillo de la nueva estrategia que determinará el futuro del país en los próximos años: la llamada afganización. Representantes de 60 países se reúnen hoy en Kabul para dar forma a un concepto que la OTAN y el Gobierno de Hamid Karzai venden como una cesión paulatina del control del país a las autoridades locales.
Antes de llegar ayer a Afganistán, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, dejó patente el compromiso a largo plazo de Estados Unidos en Pakistán con el anuncio de una fuerte inversión económica para contribuir a la prosperidad de ese país, un aliado esencial contra los talibanes.
David Cameron intentó ayer llenar de contenido su revolución de la llamada gran sociedad, la big society con la que pretende reducir el peso del poder público en la vida británica incorporando a los ciudadanos a las tareas diarias de gestionar el país. Pero no está claro que consiguiera dar verdadero cuerpo a ese concepto tan intangible.
Tras vivir un fin de semana de disturbios, asaltos, coches quemados e incidentes, dos localidades francesas, Grenoble (Isère), de 150.000 habitantes, y la pequeña Saint-Aignan (Loir-et-Cher), de 3.500, parecían ayer recobrar poco a poco la paz. Un total de 500 hombres, entre policías y gendarmes, los vigilaban de cerca y lo seguirán haciendo hasta "que el orden se restablezca por completo".
Pocos personajes tan pintorescos en Argentina como el secretario de Comercio, Guillermo Moreno. En un país en el que los Gobiernos tienen siempre una cuota de personajes peculiares o excéntricos, Moreno ha conseguido labrarse, lío a lío, una reputación formidable de bocazas agresivo, combinada con fama de trabajador incansable y funcionario razonablemente honrado.
Los disidentes cubanos acogidos por España pidieron ayer a la Unión Europea que no rebaje las exigencias al Gobierno de Cuba y mantenga la Posición Común, que condiciona las relaciones con La Habana a los avances en derechos humanos y democratización.
Los excarcelados se desmarcan así de los esfuerzos del Gobierno español para que Europa flexibilice su relación con Cuba.