Todo son amenazas para el sector de la construcción en Galicia. El último episodio es el recorte del presupuesto anunciado por la Xunta para el próximo año, "que va a afectar al capítulo de las inversiones de manera contundente, con lo que el panorama es desalentador". "Podemos entender la racionalización del gasto, pero teniendo en cuenta el efecto multiplicador para la economía de las adjudicaciones de obras, no entendemos que se lleve la peor parte la inversión pública", advirtió ayer Antón Arias Díaz-Eimil, presidente de los constructores coruñeses. Y los nubarrones anunciados, según sus datos, vienen precedidos de una tormenta que sólo en los primeros seis meses del año ha hecho descender el volumen de obra licitado por la Administración gallega en un 24,8%, hasta los 790,5 millones de euros.
La patronal dice que por cada 200.000 euros invertidos se crean seis empleos
La Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción de A Coruña (Apecco) anunció ayer que el recorte de las adjudicaciones que salieron a concurso en los seis primeros meses por parte del conjunto de las tres administraciones cayó en Galicia un 31,7%, firmando los ayuntamientos la mayor caída, con un descenso del 34%, frente al retroceso del 20% en la inversión del Estado. "Por cada 200.000 euros invertidos en licitaciones, el sector genera de forma directa seis empleos, que se elevan hasta diez en las empresas auxiliares", explicó Díaz-Eimil, quien criticó también las nuevas fórmulas de financiación mixta (pública y privada) de determinados proyectos: "Los constructores somos lo que somos, pero no financiadores". "Pocas empresas actualmente están en condiciones de concurrir a concesiones públicas, cuando la mayoría, tal y como están planteadas esas iniciativas, tendrán trabas de todo tipo para su conclusión", advirtió.
A su juicio, en el último trimestre del año la cascada de despidos y desaparición de empresas se va a acelerar, ya que "faltan por concretar los recortes anunciados por el Ministerio de Fomento, que se centrarán sobre todo en carreteras", dijo. Y todo ello, "pese a que por cada millón invertido en obras públicas, un 52% revierte en la administración por vía impositiva, y hasta otro 33% supone un efecto dinamizador para la economía". Según Díaz-Eimil, "al final, el coste real para las administraciones representa el 15% de lo invertido".
De aquí a final de año habrá otro problema. "Las cifras de licitación en Galicia son irreales teniendo en cuenta que la autovía Carballo-Berdoias se habrá adjudicado dos veces antes de que finalice 2010, una con el bipartito y otra este ejercicio", explicó el portavoz de los constructores.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 21 de julio de 2010