Durante los años sesenta se inició en toda América Latina un movimiento contestatario que denunciaba el imperialismo estadounidense, no solo en los ámbitos económico y militar, sino también en el cultural, tratando de expandir el american way of life allí donde había una rica cultura propia, mezcla de culturas europeas e indígenas; felizmente hoy son países andinos y caribeños los que han tomado el relevo en la autoafirmación cultural frente al totalitarismo del norte.
Con la crisis internacional se han destapado más imperialismos económicos y socioculturales, el más patente el del centro y norte de Europa, sobre todo en Alemania, que quiere exportar su modus vivendi a toda la Unión Europea y en particular a los países mediterráneos. ¡Qué no se equivoquen! Alemania no es más Europa que Grecia, al contrario, histórica y culturalmente Europa no es entendible sin el país helénico.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de julio de 2010