Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra

Los pirómanos y las víctimas de Horta de Sant Joan

Con muecas próximas a la sonrisa mientras agrupan ramas para prender fuego. Así se fraguó el incendio del pasado julio de Horta de Sant Joan (Terra Alta), en el que murieron cinco bomberos acorralados por las llamas. Los imputados por causar el fuego, Lorenzo Forner y Juan Paz, de 27 y 26 años, se fotografiaron entre bromas antes y después de propagar las llamas (a la izquierda, en las imágenes). Por esas fotos los Mossos concluyen ante la juez de Gandesa, que instruye la causa penal, que la tragedia fue intencionada. Los acusados prendieron fuego hacia las ocho de la tarde porque por la noche es más difícil su extinción, subraya la investigación, a la que ha tenido acceso EL PAÍS. La tesis de la Generalitat sobre el origen del fuego -un rayo caído días antes en la zona- "congeló" las pesquisas hasta "hacer descartar" la acción de los pirómanos, probada con posterioridad. Las llamas que desataron cercaron a seis bomberos al día siguiente. Sobrevivió uno. "La zona era tan frondosa que no vieron el viento ni las llamas", expuso a la juez un testigo de los hechos. Las víctimas tomaron fotos mientras despejaban un área para refugiarse del fuego (abajo a la derecha), "convencidos de que no pasaría nada". Aparentemente tranquilo, uno de los fallecidos se autorretrató (arriba a la derecha) segundos antes de la tragedia.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de julio de 2010