Parece ser que la Ley Reguladora de la Publicidad Electoral en emisoras de Televisión Privada, de 1988, nunca ha sido aplicada, y ahora tanto el PSOE como el PP han querido firmar un acuerdo para que haya proporcionalidad y neutralidad en la información que se dé, durante el tiempo que dure la campaña, en las cadenas privadas.
Desean que se respete el pluralismo, la igualdad y la libertad en las intervenciones de ambos. Me parece bien. Pero resulta irónico. ¿Qué es lo que se está pactando realmente? ¿Que estén en igualdad de condiciones para crear un programa político con objetivos y promesas que luego no se cumplirán?
Tras la ausencia de Rajoy de cinco horas de la Cámara representante de la voluntad popular durante el debate de estado de la nación y las escasas novedades que aportó Zapatero, ¿por qué creer que se van a preocupar ahora en regular lo que se diga en la futura campaña? Los ciudadanos no olvidamos lo que se hace a lo largo de la legislatura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de julio de 2010