Si el Partido Socialista no lo remedia, en las próximas elecciones Mariano Rajoy se convertirá en presidente del Gobierno por el mero hecho de haber sabido esperar pacientemente a que la fruta caiga madura del árbol.
Si el Partido Socialista aspira a seguir gobernando, tiene un año para buscar un candidato que releve a un Zapatero amortizado y, por tanto, con pocas o nulas posibilidades de éxito en la próxima convocatoria electoral.
Con la elección de un candidato ilusionante, el adelanto en medio año de las elecciones y un programa electoral atrevido y coherente, sería relativamente fácil derrotar de nuevo a un indolente Mariano Rajoy.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 26 de julio de 2010