La calle de Serrano luce desde hace unos días una nueva imagen. Grandes aceras, alcorques protegidos y mucho granito. Esos son parte de los elementos que se conjugan en una de las calles más caras de la capital, que ha estado en obras en los últimos meses. Las grandes grúas, los desvíos y los atascos han dado paso a este nuevo concepto en el que el peatón ha ganado más espacio, como se muestra en la fotografía, en un tramo cercano a la calle de Goya. La recta final, hasta llegar a la Puerta de Alcalá, aún tendrá que esperar algo más.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 28 de julio de 2010