Emily (Emergency Integrated Lifesaving Lanyard) es un robot salvavidas que ya patrulla por la playa de Zuma, una de las más peligrosas de Malibú (California, EE UU); en el mes de diciembre ya estará en 25 playas más del mismo Estado.
Emilio actúa por control remoto según órdenes de vigilantes humanos o bien autónomamente porque lleva un sonar que detecta movimientos bajo el agua que la máquina interpreta como reacciones de los bañistas en peligro. Si la urgencia lo requiere, llega a navegar a 28 millas por hora, incluso con el peor de los oleajes, pero patrullanndo va a cinco millas por hora, lo que permite una autonomía de más de ocho horas. Lleva una cámara y un altavoz que sirven para calmar al bañista mientras se acerca a él, luego le da instrucciones y le dice cómo agarrarse para llegar sano y salvo hasta la playa. El robot tiene una autonomía de 140 kilómetros y pesa algo más de 11 kilos.
Emily, robot salvavidas.
Producto: Emily
Empresa: Hydronalix
Precio: 3.500 dólares
Sitio: www.hydronalix.com
El vigilante robot está fabricado en Hydronalix, una empresa de Arizona especializada en lanchas rápidas de recreo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 29 de julio de 2010