Los familiares de Paloma Gálvez Petersen, la malagueña de 67 años desaparecida el miércoles en aguas del sur de Turquía al hundirse la goleta en la que navegaba con 17 parientes y otros cinco tripulantes, no albergan esperanzas. Su hija Alicia Canales se ponía ayer en el peor escenario: "Seguro que no le dio tiempo a saltar", lamentó por teléfono. Los equipos de rescate, en cambio, mantenían el operativo y continuaban la búsqueda, según el diario turco Hürriyet.
Los familiares de Gálvez, algunos con doble nacionalidad española y portuguesa, se encuentran en buen estado de salud. Dos de ellos sufrieron heridas leves, pero ayer mismo recibieron el alta médica.
Las autoridades turcas accedieron ayer a que una parte de los turistas embarcasen sin documentación desde la turística Fethiye, donde estaban alojados, a Estambul.
Exteriores expedirá a los familiares un salvoconducto urgente para permitir su regreso a España, que se podría producir a partir de hoy. Los turistas perdieron toda su documentación y pertenencias al saltar precipitadamente de la embarcación, según confirmó el Ministerio.
La goleta Kayhan-9 partió de Lisboa con 18 pasajeros y cubría el recorrido entre Marmaris y Fethiye, dentro de una travesía por el Mediterráneo. El cuarto día de viaje un incendio por causas desconocidas -que los medios turcos atribuyen a un cortocircuito- provocó el hundimiento.
Los servicios de guardacostas del país sofocaron el incendio al declararse las primeras llamas y rescataron a los pasajeros, que habían saltado. A todos, menos a la desaparecida.
Paloma Gálvez es copropietaria del hospital privado malagueño Doctor Gálvez y viajó a Turquía de vacaciones acompañada de una hermana y una sobrina, según fuentes familiares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de julio de 2010