Barack Obama se encuentra entre dos fuegos. El bloqueo de los principales puntos de la polémica ley migratoria de Arizona, muy popular en varios Estados, puede costarle caro al presidente de EE UU en las legislativas de noviembre. La oposición republicana cree que, con un respaldo del 60% a la ley, el electorado castigará a los demócratas. Por otra parte, la polémica norma ha agudizado la decepción de la comunidad hispana. Ayer un centenar de inmigrantes se manifestaron en Phoenix, capital de Arizona, y en Nueva York.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 30 de julio de 2010