José Luis Olivas, presidente de Bancaja, defendió el jueves la integración con Caja Madrid ante su consejo de administración por los serios riesgos a los que se enfrentan las entidades. En un plano amplio, como consecuencia de la crisis económica y la globalización. En un plano corto, por las "dificultades crecientes que ofrecen los mercados para captar financiación"; el incremento de recursos propios que exigirá la nueva normativa bancaria, y la caída de la rentabilidad provocada por el "exceso de capacidad instalada" en el sector y el "brutal frenazo de actividad".
A diferencia de lo ocurrido en la CAM, Bancaja se sumó al SIP (Sistema Institucional de Protección) en el que participan otras cinco cajas menores sin titubeos: sólo SATE (Sindicat Autònom de Treballadors d'Estalvi) votó en contra. Y a pesar de que la fusión fría con Caja Madrid ha sido vista por los agentes sociales (incluidas las patronales provincial y autonómica) como una pérdida de poder de decisión financiera, Olivas la describió ante el consejo, sin encontrar réplica, como una operación que traerá básicamente ventajas. Y que convertirá a Bancaja en parte de la primera caja española.
Según Olivas, que será vicepresidente ejecutivo del nuevo grupo, el SIP es "el mejor modelo posible hoy en día". Permitirá captar capital a través de la salida a Bolsa o de la entrada de socios bancarios, sin perder por ello su naturaleza diferenciada ("su vocación social"). Y colocará a la entidad en una "situación privilegiada" para las nuevas oleadas de fusiones.
La fusión, admitió, supondrá delegar la gestión financiera, la tesorería, la política respecto a los mercados de capitales y los riesgos, así como las "operaciones que superen un determinado nivel". Sin embargo, destacó, no aleja "los centros de decisión que importan a la inmensa mayoría de nuestros clientes". Y aunque Caja Madrid tendrá mayoría en el nuevo grupo (52,1% de participación, más de la mitad de los miembros del consejo de administración y de la comisión ejecutiva), Bancaja tendrá la capacidad de bloquear las decisiones importantes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 1 de agosto de 2010