No se arrepentirá, señor Blanco. Queremos un acuerdo, no una imposición.
No queremos más dinero, queremos unas condiciones de trabajo dignas, que no vulneren derechos fundamentales, recogidos en la Constitución y en el Estatuto de los Trabajadores. Queremos seguridad, sobre todo, seguridad. Esta es nuestra máxima como profesionales.
¿Por qué no deja de acosarnos y se pone a negociar? ¿No le parece suficiente conseguir que varios controladores hayan tenido que abandonar el centro en una ambulancia, víctimas de un ataque de ansiedad, ante una situación de tráfico que les desborda?
Para su información, el control aéreo se realiza de forma "manual", los sistemas informáticos y las infraestructuras que utilizamos dejan mucho que desear, y el éxito o el fracaso dependen básicamente de nuestra habilidad y experiencia.
Negocie con nosotros, por el bien de todos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 2 de agosto de 2010