El Estado autónomo está sin acabar, se necesita una coordinación, pues ahora salen los toros y mañana distintas normativas industriales o descontrol en el gasto, etcétera. El Senado es la Cámara para esa coordinación, pero requiere una reforma constitucional para convertirlo en Cámara autónoma. ¿Por qué no se ha hecho después de 30 años? Por otro lado también ligado tenemos las Diputaciones Provinciales que sobran desde que tenemos el Estado de las Autonomías, estamos gastando, sin necesidad, unos 3.800 millones de euros al año en gastos de Administración, ese dinero vendría de perlas para otros fines como por ejemplo invertir en investigación, donde está el futuro. El presupuesto correspondiente a las Diputaciones lo podrían gestionar los Ayuntamientos, aquí pediría a los partidos políticos coherencia y valentía para incluir en el programa electoral de las municipales del año 2011 la supresión de las Diputaciones Provinciales, así como unificar pequeños Ayuntamientos que serían más operativos mancomunados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 3 de agosto de 2010