Dos años después de ganarle un pleito al grupo empresarial inmobiliario Bautista Soler por publicidad engañosa, los vecinos de la playa de La Patacona, en Alboraia, quieren que se reconozca la ilegalidad de los edificios que un día fueron plantados delante de sus casas.
Compraron sus viviendas sobre plano y los folletos enseñaban cómo desde ellas verían el mar. Sin embargo, el grupo Bautista Soler, el mismo que les había vendido sus casas y les había prometido el paisaje, empezó a construir torres de apartamentos justo delante. Un grupo de vecinos se organizó y denunció, y en 2008 el Tribunal Supremo les dio la razón y condenó al entramado empresarial a indemnizar a sus antiguos clientes. Pero hay quien no se quedó satisfecho.
Un grupo de vecinos y la ONG Ecologistas en Acción llevan años tratando de que se reconozca la ilegalidad de las torres. "El suelo donde las construyeron tenía una clasificación que impedía que las levantasen, pero aun así lo hicieron", explica Julio Sanz, afectado y ex profesor de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. "La Ley de Costas dice que en los primeros 100 metros que hay desde la línea de deslinde al interior no se puede construir vivienda salvo que se trate de suelo urbano o tenga un plan parcial", explica Sanz. "Y no hay una cosa ni la otra". El Supremo les dijo hace dos semanas que no era competente para su causa, así que ahora trabajan para que la Consejería de Infraestructuras les dé la razón.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de agosto de 2010