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Análisis:DESDE EL PARQUÉ | Mercados

Tranquilidad a la espera de emociones fuertes

Agosto suele ser un mal mes para invertir en Bolsa. Los otros meses malos -sobre todo desde que empezó la crisis- son septiembre, marzo, febrero, diciembre, junio, enero, abril, octubre, mayo, noviembre y julio. Algo así, pero sobre el mes de octubre, decía un genial escritor estadounidense, que dio nombre al efecto Mark Twain: de octubre son el crash de 1929, el lunes negro de 1987 y el batacazo de Lehman Brothers en 2008. Pero en agosto tampoco suelen fallar los sustos. De momento, nada más lejos de la realidad: el lunes la Bolsa española se dio un atracón, y ayer aguantó el tipo en una jornada anodina, a la espera de emociones más fuertes. Que vendrán. Seguro.

Solo el Ibex y el DAX alemán se libraron del tono rojo que se impuso en los parqués europeos. La Bolsa española subió el 0,33% y sigue escalando en busca de los 11.000 puntos, a pesar de que las referencias de Estados Unidos no fueron positivas: parece que el paro puede volver a subir durante los dos próximos meses, según avanzó ayer el Tesoro de Estados Unidos. En España los datos del desempleo registrado fueron medianamente buenos -cerca de 75.000 parados menos-, y eso unido al viento a favor de las pruebas de esfuerzo sobre la banca y los resultados empresariales es suficiente. Al menos de momento.

Grecia será de nuevo, a partir de hoy, la referencia. El Fondo Monetario Internacional (FMI), la Unión Europea (UE) y el Gobierno griego evaluarán los progresos del país mediterráneo, cuyo déficit público desató hace meses un incendio en los mercados de deuda que se trasladó al sector financiero y que parece controlado, pero puede dar nuevos sustos. No se trata solo de Grecia: la cosa vuelve a complicarse también en Estados Unidos, donde el sector financiero no está a salvo de una nueva crisis tras las distorsiones que ha creado la Reserva Federal (el banco central) con su política monetaria y sus masivos programas de compra de bonos.

De momento nada de eso está claro. Aparentemente las aguas han vuelto a su cauce y eso se refleja tanto en el mercado de petróleo como en el de divisas. El euro superó ayer los 1,32 dólares. Y el barril de Brent, la variedad de referencia en Europa, subió el 1,6% hasta los 82 dólares. Hace solo un mes, a principios de julio el euro estaba al filo de los 1,20 dólares y el petróleo en torno a 70 dólares.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de agosto de 2010