España es líder mundial en descargas ilegales, precisamente por lo contrario que mantiene el señor Maldonado en su artículo Descargas ilegales y el arte del Gobierno del pasado 30 de julio. Como decía Groucho Marx: "¿Pagar la cuenta? ¡Qué costumbre tan absurda!". Sostiene el señor Maldonado que "la industria cultural y los creadores habrán de cobrar lo que los consumidores estén dispuestos a pagar".
Precisamente, de los países que cita como ejemplos, Estados Unidos, Francia, Inglaterra o Alemania tienen leyes muy duras contra este tipo de prácticas, incluso sancionan al usuario que realiza la descarga. Lo del "intercambio de cultura" o "solo descargo productos no editados en España" son excusas: el 99% de los miles de millones de descargas ilegales se realizan porque son gratis y coinciden con el producto más de moda.
Durante los últimos seis años se han destrozado miles de puestos de trabajo y muchas empresas han cerrado. Y no existe ninguna otra industria que tome el relevo. La semana pasada, Filmax, una de las productoras españolas más fuertes, ha entrado en concurso de acreedores, y las multinacionales mantienen el 10% de los empleos de hace seis años. ¿Dónde esta la ayuda del Gobierno a los grandes? Precisamente, el Gobierno no ha hecho nada. Es un tema de responsabilidad.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 4 de agosto de 2010