¿Quién vigila al vigilante? La pregunta salta, una vez más, ante casos como los de Javier, Gabriel y Miguel Ángel, tres empleados de seguridad detenidos por los Mossos d'Esquadra acusados de robar en el centro comercial que debían proteger, en Barcelona. Los vigilantes, de 22, 35 y 39 años, trabajaban en una tienda de productos informáticos y electrónicos. Los presuntos ladrones usaban la llave de acceso al almacén para saquear un preciado botín compuesto por televisores, ordenadores y videoconsolas.
Para evitar ser captados por las cámaras, los vigilantes manipulaban los sistemas de grabación y accedían de noche al almacén. Los trabajadores hacían de intermediarios: almacenaban los ordenadores en casa y, con precinto, los vendían a familiares y amigos. Tras ser alertados por los responsables del local e investigar el caso, los Mossos hallaron en las viviendas de los detenidos productos por valor de 100.000 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de agosto de 2010