La fuerza de Naciones Unidas para Líbano (Unifil) dictaminó ayer que el Ejército israelí no pisó suelo libanés y por lo tanto no sobrepasó la línea fronteriza el martes, durante el incidente que se saldó con cuatro muertos. Unifil difundió ayer un comunicado en el que establece que a pesar de que las investigaciones no han concluido, "los árboles que estaban siendo cortados se encontraban al sur de la línea azul, en el lado israelí".
Unifil se refiere a la supuesta poda de un árbol por parte de los soldados israelíes en la frontera con Líbano, que desató el enfrentamiento armado más grave entre ambos países desde la guerra de 2006. Líbano acusa a su vecino de haber entrado en su territorio, mientras que Israel sostiene que no sobrepasó la llamada línea azul que divide los dos países desde la retirada israelí del año 2000. Ayer mismo, el Ejército hebreo volvió al lugar de los hechos a cortar el árbol de la disputa, lo que elevó de nuevo la tensión en la zona.
El árbol y la grúa
El Ejército libanés cuenta que el martes, al ver a un soldado israelí en una grúa, acercándose a un árbol junto a la línea azul, decidió disparar al aire como primer aviso, al considerar que se trataba de una violación de su soberanía. Los primeros tiros provocaron la respuesta israelí y una espiral de violencia que acabó con la vida de dos soldados y un periodista libaneses y un soldado hebreo. Según la versión israelí, el Ejército realizaba trabajos de mantenimiento rutinarios, 50 metros al sur de la línea, en territorio propio. A las 12.22, siempre según esta versión, fuerzas armadas libanesas abrieron fuego contra soldados israelíes. Casi dos horas más tarde, los soldados libaneses dispararon con lanzagranadas. En respuesta, el Ejército hebreo ejerció lo que considera "derecho a la defensa propia" y empleó tanques y helicópteros para atacar al enemigo.
A pesar de dar la razón a Israel, Unifil matiza no obstante en su comunicado que los metros de la discordia son precisamente aquellos sobre los que el Gobierno libanés no está de acuerdo en la demarcación de la línea azul, de la misma manera que el Gobierno israelí disiente del trazado en otras zonas. "Aun así, tanto Líbano como Israel confirmaron al secretario general que, a pesar de sus reservas, el recorrido de la línea es una responsabilidad exclusiva de Naciones Unidas y que respetarían la línea que se trazara", añade el texto.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de agosto de 2010