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CARTAS AL DIRECTOR

Castas e insolidaridad

He de confesar que me ha indignado el anuncio que hacen los controladores acerca de su convocatoria de huelga a partir del próximo día 15 de agosto.

Sin poner en entredicho el derecho que tenemos todos los trabajadores de acudir a la huelga como instrumento legal en defensa de nuestros legítimos intereses, me planteo si las fechas elegidas no suponen un chantaje encubierto, consciente del enorme daño que hacen a toda la sociedad.

En estos momentos en que hay alrededor de cuatro millones de parados y se están recortando sueldos, plantillas e inversiones, el que unos señores, apoyándose exclusivamente en derechos históricos (¿lo era el de pernada?) dejen a millares de familias colgadas, a cientos de miles de turistas cancelando vuelos, penalizando hoteles con sus puestos de trabajo, muchas veces temporales, etcétera, solo tienen un calificativo que por pudor no me atrevo aquí a expresar por escrito. Lo dejaré en insolidarios.

Y todo porque Fomento intenta -ya era hora- regularizar un sector que ha disfrutado de unos privilegios de casta inasumibles por el resto de los ciudadanos en el siglo y circunstancias que el resto de trabajadores, tan cualificados o más que ellos, percibimos: una jornada próxima a las 1.800 horas anuales y solo por 200.000 euros. Pobrecitos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de agosto de 2010