De bien nacidos es ser agradecidos, esto me lo enseñaron mis padres cuando era pequeño, ya tengo 71 años y lo sigo practicando, da buenos resultados. Esto lo sabemos la mayoría de los ciudadanos, excepto los obispos españoles. El Gobierno financia la Iglesia según el Concordato firmado con el Vaticano, pero además de lo acordado el Gobierno regala a la Iglesia más de 10.000 millones de pesetas, que se podrían aplicar para reducir el déficit. Pues a pesar de todo ello, los obispos nos ofenden a los españoles democráticos en sus declaraciones y homilías al decir que no debemos acatar ciertas leyes emanadas del Congreso, como la modificación de la Ley del Aborto o con la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Si estos señores inducen a los españoles a no cumplir las leyes, habrá que actuar como un Estado laico: de darles dinero público, nada, que se financien ellos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 5 de agosto de 2010