Ingredientes:
Hojas de espinaca y hojas de lechuga de mar, con berberechos frescos.
Elaboración:
La idea es simple. El invitado no sabrá cuándo esta comiendo una cosa u otra, hasta que se lo meta en la boca. La lechuga de mar, cortada en pedazos del tamaño de la espinaca que tengamos.
Tendremos un caldo base de crustáceos, que hemos hecho potencialmente a partir de unos mejillones.
Haremos un sofrito de ajo picado, punta de guindilla y perejil picado.
Cuando el ajo empiece a bailar, añadir un poco de vino blanco seco y seguidamente el caldo de mejillones. Dejamos levantar el hervor y en ese momento añadimos a parte iguales la lechuga de mar y la espinaca, sin la penca central.
La cocción de la lechuga de mar es un poco más larga que la de la espinaca, por lo tanto la ponemos tres minutos antes al caldo que las hojas de acelga. Una vez hayan cocido cuatro minutos (tres con la lechuga de mar y uno con la espinaca) añadimos los berberechos grandes, frescos y de muy buena calidad, bien limpios.
Seguidamente añadimos una cucharada de Maicena exprés para espesar un poco y en el último momento, dos gotas de vinagre de jerez.
Probamos y ponemos a punto de sal.
A este plato se le puede poner un huevo poché en los últimos momentos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de agosto de 2010