Cuatro partes de té negro frío, una de whisky de malta, hielo picado. Té en cualquiera de sus variedades, para cuya elaboración utilizaremos agua mineral. De entre los diversos métodos existentes para su preparación, tal vez resulte más adecuada la maceración en frío: obtendremos un té más nítido y limpio, pero preservando todas sus cualidades. Macerar las hojas de té en agua y azúcar unas 12 horas. En este caso hemos optado por un té negro inglés para acompañar el whisky de malta. De esta forma ya tenemos la base para nuestro cóctel y solo nos resta mezclar los ingredientes. Agitar y verter en un vaso coctelero enfriado. Unas hojas tiernas de espinacas ligeramente aliñadas con aceite y limón resultan el mejor snack para acompañar este refrescante cóctel.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de agosto de 2010