Activistas antitaurinos precintaron ayer uno de los accesos a la plaza de Pontevedra para exigir el fin de las corridas, que volverán mañana a la ciudad. Muy distinta es la opinión del embajador de España en el Vaticano y confeso amante de la lidia, Francisco Vázquez, que desde hoy asiste a la feria taurina de A Coruña, informa Diana Mandiá. "Esta expresión artística está en las raíces de Europa", asegura
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 6 de agosto de 2010