Hace un par de días, un catedrático de la Facultad de Comunicación que conocí en un curso me decía que los periódicos sobrevivirían porque sus noticias eran serias, comprobadas, frente a Internet, que abusaba de la rumorología.
Sí y no. La mala práctica a la que hacía referencia este nuevo amigo no nace en las redes sociales. Los medios tradicionales también han usado el humo, el rumor o la noticia torticera en diversos momentos.
El medio no es el culpable. Lo es el mal uso. Y lo que hará sobrevivir a los medios tradicionales serán las virtudes de toda la vida a las que tendrán que sumar una gran formación de sus trabajadores. Será imprescindible sumar análisis en pocas horas al simple anuncio de la noticia. Y un análisis que aporte algo al lector de prensa que tiene un nivel de conocimiento bastante elevado y al que le dará bastante igual enterarse un par de horas antes o después... Querrá saber en qué le afecta a él, a su entorno o a lo que le importa. Los principios y la ética no tienen plataforma. Y la utilidad tampoco.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 10 de agosto de 2010