La sede de Caracol Radio en Bogotá ocupa "una esquina muy emblemática de la clase dirigente, del sector empresarial, del sistema colombiano", explicó anoche por teléfono Ricardo Alarcón, presidente de la cadena. Por eso, aunque asegura no tener hipótesis sobre la autoría del atentado, "sí que se pueden imaginar muchas cosas". Por ejemplo, la mano de las FARC. O la de quienes se oponen a un hipotético diálogo del nuevo Gobierno con los grupos guerrilleros. Caracol Radio fue una voz muy crítica con los falsos positivos del Gobierno de Álvaro Uribe (el asesinato de jóvenes para hacerles pasar por guerrilleros muertos en combate). "Sí, es cierto, pero también hemos sido muy combativos con las FARC, con la corrupción, con tantas otras cosas, así que habría muchas posibilidades. Cabe cualquier hipótesis, pero si ni siquiera el Gobierno se atreve a formular una, nosotros no vamos a hacerlo", afirmó Alarcón.
Los terroristas sabían lo que hacían, no solo al elegir el lugar, "sino también la hora". "Las oficinas, que dan a la calle, han quedado completamente destrozadas, pero al no haber actividad en ellas tuvimos suerte de que no hubiera víctimas, solo daños. Los estudios y la redacción están orientados hacia otro lado, por eso no hemos dejado de estar en el aire ni un minuto pese a la explosión. Esa es la mejor manera de decir que la violencia no podrá con nosotros. Nadie salió corriendo; por parte de todos fue un ejercicio de profesionalidad inmenso".
El escenario de violencia que hace años era la capital colombiana parecía por completo superado. Cinco días después de la toma de posesión de un nuevo presidente, "nadie se esperaba un golpe así en esta etapa del país". "En otras épocas sí, desgraciadamente, si es que el terror puede llegar a esperarse, pero no ahora". Alarcón, que agradeció las muestras de solidaridad recibidas, "en especial desde España", mostró su preocupación por el estado casi ruinoso en que ha quedado el vecindario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 13 de agosto de 2010