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CARTAS AL DIRECTOR

La edad del pecado y de la culpa

¿Por qué adelantar la primera comunión? Supongo que la Iglesia católica no ve con buenos ojos el folclore que rodea a las comuniones, pero el cardenal Cañizares, que yo sepa, no está hablando de eso, sino de la confesión y la comunión, y nos sale ahora con que retrasarlas es "negar a los niños ¿a su alma y a su espíritu? el alimento que les permite madurar y llegar a la plenitud", y propone adelantarlas, incluso a antes de los siete años.

No sé si la sociedad se da cuenta de que la primera comunión va acompañada de la primera confesión. Es decir, que el pecado y la culpa entran a formar parte del mundo íntimo de un niño. Incluso si el sacerdote y las personas que se ocupen de ello tienen madurez, experiencia y ternura, incluso con las mejores intenciones, seguimos hablando de pecado, de culpa y de confesión, y esas palabras no se me ocurre cómo se pueden aplicar a un niño de siete años, o menos, como pretende el cardenal Cañizares, a no ser jugando. Pero es un juego peligroso, pueden torcerse mucho las cosas.

Creo que el pecado, la culpa y la confesión pueden ser una importante dificultad para que los niños puedan "madurar y llegar a la plenitud".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 15 de agosto de 2010