Los alcaldes socialistas de la comarca de La Ribera Alta reclamaron ayer en Alzira que los ayuntamientos puedan firmar convenios con el Consorcio de basuras Ribera-Valldigna, para recuperar la capacidad de cobrar la nueva tasa de deshechos a sus contribuyentes. La gestión de la recaudación depende actualmente de la Diputación de Valencia.
El pasado 21 de diciembre, el Consorcio Ribera-Valldigna aprobó un nuevo impuesto de basuras para los 52 municipios de la Ribera Alta, La Ribera Baixa y La Valldigna. La gestión de la recaudación de este nuevo impuesto fue concedida a la Corporación provincial, presidida por Alfonso Rus. A partir de ahora, los vecinos de La Ribera y de La Valldigna asumirán el pago no sólo de la tasa municipal en concepto de retirada de basuras, sino también de un impuesto adicional para financiar el tratamiento y reciclaje de estos residuos, que recaudará directamente la Diputación. El alcalde socialista de L'Alcúdia, Robert Martínez, instó a los populares a explicar "quién se quedará el dinero de la nueva tasa", que estimó en 1,3 millones de euros. Su partido ha recogido 5.000 recursos de vecinos en contra del tributo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de agosto de 2010