Cuando veo que los policías identifican a un extranjero me quedo parada mirando toda la acción policial y apenas puedo pregunto al agente. ¿Cómo deducen que un extranjero no tiene papeles? ¿Cuáles son las estrategias policiales para identificar a los inmigrantes sin documentación? Casi nunca obtengo respuesta.
Alguna vez una joven recién salida de la academia que encontré en el metro de Oporto (Madrid) me dijo que no había aprobado el examen de procedimiento policial y que no podía responderme. Con la policía todo son evasivas y, como también soy extranjera, cada vez que pregunto tengo que estar dispuesta a perder parte de mi tiempo, en lo que ellos me identifican.
La respuesta que busco es obvia, pero ningún agente lo puede asumir. La policía sigue parámetros racistas y discriminatorios para identificar a la gente. En las estaciones de metros, calles y plazas públicas solo se identifica a las personas que tienen un color de piel diferente, a quienes tienen aspecto de pobre o que llevan una bolsa de plástico o una mochila en la que guardan su ropa de trabajo y el refrigerio del día. Eso es discriminación pura y dura.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 18 de agosto de 2010