Hasta ahora, los vehículos extranjeros solo eran multados cuando las patrullas de la Guardia Civil los pillaba in fraganti. Tráfico ha instalado un sistema en cuatro radares fijos -en la AP-7 en Castellón, la A-7 en Murcia, la A-31 en Alicante y la A-52 en Zamora- que, al detectar el exceso de velocidad de un coche con matricula foránea, envía una foto a la patrulla más cercana para que lo pare y le obligue a pagar. La DGT intenta evitar así que la imposibilidad de mandarles la multa a casa les induzca a infringir la ley.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 19 de agosto de 2010