El Centro de Servicios Sociales Luis Vives, del distrito madrileño de Ciudad Lineal, me envía un escrito-circular, en el que por "aumento de la demanda del servicio de ayuda a domicilio de personas mayores con alto grado de dependencia", se me reduce el que me prestaban de dos horas un día a la semana a través de la empresa concesionaria Asispa. Ahora solo será de media hora: limpieza del domicilio. Como dice Sabina en una de sus letras: "Hola y adiós".
Yo tengo 75 años, y vivo solo. Era un alivio esto de la limpieza, pues uno no está ya para muchos trotes. No lo hacen gratis. A mí me cobran 7,45 euros la hora. Esta decisión del gobierno del Partido Popular en Madrid, restringiendo los servicios sociales en general, y este en particular, nos aboca a los mayores al síndrome de Diógenes sin remisión.
No parece que sea el camino que nos conduzca a una mayor calidad de vida, sino todo lo contrario.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 21 de agosto de 2010