¿En qué anda metido? Se llama Museo Coconut y es una comedia de situación. Los protagonistas son los trabajadores del museo y Miss Coconut, la propietaria y su hijo Hay un poco de paralelismo con Tita Cervera y su hijo, sí, pero no es una parodia directa.
¿Estamos ante su intento desesperado por desencasillarse? Es un paso adelante, es tratar de hacer ficción pura y dura. Está mal que yo lo diga, pero tiene muy buena pinta.
¿Le interesa el formato de nuevas series sin final y con argumentos intrincados que se lleva ahora? Me gustan como espectador, pero en comedia prefiero los formatos autoconclusivos. Crecimos viendo Cheers, Las chicas de oro
¿Y se despierta en medio de la noche con pesadillas al imaginar la adaptación que están a punto de estrenar Carmen Maura y Concha Velasco? Siempre que hemos adaptado cosas, no han salido bien. Pero no sé, a lo mejor le interesa a alguien.
¿Ha habido confrontación en su salida de La 2? No ha sido para tanto. La última temporada nos podían haber programado mejor, eso sí. Nos pidieron que hiciéramos algo más comercial. Entre tanto, recibimos una oferta y ya está.
¿El enorme seguimiento en Internet les restó audiencias? A nosotros la Red no ha hecho sino ayudarnos. No nos iba tan mal en La 2. No tan bien como a Saber y ganar, claro
Tenían que haber hecho un 'celebrities' sobre Jordi Hurtado Pues sí, no te creas. Yo siempre que puedo veo el programa.
¿Se cabrean los sujetos de sus parodias? Una vez, Sánchez Dragó dijo que era lo peor que había visto en su vida. ¡Con la cantidad de cosas que habrá visto ese hombre!
¿Practican un humor generacional excluyente? Probablemente. Aunque cada vez se nos acerca más gente mayor a decirnos que le encanta lo que hacemos. ¿Se confundirán con Luis Piedrahíta?
¿Les pondrán una calle en Albacete? Muy mal se nos tiene que dar para que no nos pongan una plaza en Albacete. La plaza Chanante. Con una escultura grupal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de agosto de 2010