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CARTAS AL DIRECTOR

Sarkozy y los gitanos rumanos

El presidente Sarkozy con la deportación de los gitanos rumanos -que no son otra cosa que ciudadanos europeos- está faltando al derecho común de todo europeo a pasearse y asentarse libremente en cualquier parte de este territorio.

Claro que hay quien dice que los asentamientos o campamentos de chabolas no son legales. Esto lo sabemos todos, de igual manera que las deportaciones de europeos tampoco lo son. Y ahí es donde Europa y su Parlamento, en pleno siglo XXI, están haciendo a vista gorda. Pero la irresponsabilidad da menos trabajo, y en ocasiones más votos.

A todo esto ¿qué dice el Gobierno de Rumanía? ¿Estamos creando ciudadanos europeos de segunda clase? Esta vuelta a lo medieval requiere una respuesta inmediata tanto del Gobierno de Rumanía y los Gobiernos europeos como del propio Parlamento y Gobierno de Europa para que estas actuaciones no se vuelvan a producir.

De no ser así, estamos asistiendo a una aceptada, silenciosa y consensuada política de ciudadanos de primera y segunda clase (segregación social).

Para evitar esto, se tendría que llegar a un verdadero acuerdo por parte de todos para que estas actuaciones lleguen ya a su fin, al menos en Europa, cuna de los derechos y libertades de las personas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de agosto de 2010