Uralde ha propuesto la creación de un partido verde frente a la situación de olvido que en estos tiempos de inestabilidad vive la ecología. Pero lo que Uralde y el resto de España parecen no tener en cuenta es que el medio ambiente es algo cotidiano y no debería ser el eje de una corriente política. Sorprende que en una época en la que Europa ha entendido que el medio ambiente ha de estar integrado en todos los sectores que conforman una sociedad, aquí todavía lo releguemos a ecologistas, ciudadanos concienciados o estudiantes de la rama de biología.
La creación de un partido verde solo acentúa la idea de que el medio ambiente es una filosofía cuando en realidad debería formar parte de cualquier sistema económico, político y social. La Ley de Economía Sostenible me parece un camino más acertado para conservar nuestro desterrado medio ambiente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de agosto de 2010