El incendio que ha calcinado ya 349 hectáreas de bosque en el norte de la isla balear de Ibiza fue causado presuntamente por una negligencia en el interior de una cueva habitada. El fuego fue estabilizado en la tarde de ayer.
Varias comunidades de hippies residen por temporadas, y en especial en verano, en las grutas cercanas a la cala de Benirràs. Esa playa acoge cada tarde a cientos de turistas que acuden a disfrutar la puesta de sol al ritmo de batucadas.
"Aún desconocemos los detalles, pero tanto la Guardia Civil como los agentes de Medio Ambiente nos han confirmado que la causa del fuego fue una negligencia que se habría originado en una cueva, cerca de donde había coches aparcados", explicó el consejero de Medio Ambiente, Biel Vicens.
El incendio, que comenzó el domingo alrededor de las cinco de la tarde, es el más grave de los últimos 10 años en Baleares. Más de 300 personas de los servicios de emergencia, reforzados por un centenar de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias llegados desde Valencia, han llegado a trabajar en las tareas de extinción.
El Gobierno autónomo mantuvo hasta ayer la alerta de nivel dos al considerarlo un fuego potencialmente peligroso. Más de 1.500 personas fueron evacuadas de la playa por el mar al quedar cortados los accesos terrestres. Además, un centenar de residentes tuvieron que abandonar sus casas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 25 de agosto de 2010