Abelardo Linares, en su carta del 26 de agosto en la que puntualiza mi artículo Cervantes y el mundo musulmán, publicado en Babelia del día 21, plantea una comparación entre "la encrucijada de etnias y de culturas" de los cautivos de Argel con la existente en los campos de concentración nazis, que es a todas luces inexacta.
También lo es la trazada entre aquellos y los recién liberados cooperantes catalanes rehenes de Al Qaeda.
Los 30.000 y pico cautivos del beylicato otomano vivían situaciones muy diversas -en las mazmorras o en la calle-, profesaban libremente sus creencias o las abandonaban por interés (muchos renegados hicieron carrera en los escalafones del poder). Lo que contaba era tan solo su condición de moneda de cambio: el precio del rescate que se exigía por ellos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 28 de agosto de 2010