La juez titular del Juzgado Mixto 1 de Chiclana de la Frontera (Cádiz), que instruye la Operación Toscana contra una red de explotación sexual, ha decidido levantar el embargo de las cuentas de la familia Galán y la devolución de las joyas intervenidas en el proceso. Según una providencia dictada por la juez, se desbloquean las cuentas bancarias del patriarca Juan Galán, su mujer, Isabel Aguilar, y su hija Rocío Galán, además de devolverles las joyas intervenidas.
En el mismo escrito, la juez dicta también nuevas diligencias dentro de esta operación, como que de nuevo sean citadas algunas de las más de un centenar de mujeres que ejercían la prostitución en los locales de los Galán, y que en su día, ya hace más de seis meses, testificaron. Además, la juez pide expresamente a la Guardia Civil que cite a las mujeres que en las diligencias figuran como víctimas de una situación de explotación.
La Operación Toscana arrancó en febrero de 2009 y permitió desarticular una red de explotación sexual. La investigación, con el objeto de llevó a la cárcel a los dueños de una de las más importantes cadenas de clubes de alterne asentadas en la provincia de Cádiz, los Hoteles Galantería, propiedad de la familia Galán.
La juez les ha imputado por tres delitos, favorecimiento de la prostitución, asociación ilícita y blanqueo de capitales o alternativamente delito fiscal. Este último supuesto delito se debe a que durante el registro de la mansión del patriarca, en El Puerto de Santa María, la Guardia Civil halló medio millón de euros bajo un jacuzzi.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de septiembre de 2010