La aspirante del Partido Verde dejó hace más de un año el Partido de los Trabajadores de Lula al considerar que había desvirtuado sin remedio su proyecto político. Marina Silva, incorruptible y de sólidas convicciones éticas, nació en 1958 en una familia de recolectores de caucho, en plena selva. Cazaba, pescaba y conocía las propiedades curativas de la vegetación amazónica. A los 16 años aprendió a leer y escribir, y dos años antes, las horas del reloj y las cuatro reglas matemáticas. Colaboró con el fallecido líder ecologista Chico Mendes y fue ministra de Medio Ambiente cinco años hasta su dimisión en 2008. Hoy sostiene que el desarrollo de Brasil solo será sostenible si se preservan sus recursos naturales.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de septiembre de 2010