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CARTAS AL DIRECTOR

Trabajar como los chinos

Puedo resultar poco correcta, aun así prefiero expresar una cuestión que me resulta chocante.

Me pregunto en qué estado de amnesia nos encontramos para pedir tan abiertamente a China que nos monte negocios y empresas en nuestro país. China es ya la segunda potencia mundial. ¿Olvidamos cómo lo consigue, deslumbrados por su nueva y arrolladora riqueza? Porque trabajan como lo hacían nuestros abuelos y bisabuelos, niños, mujeres y hombres, en las fábricas y en el campo, de sol a sol y sin ningún derecho. Si montan empresas aquí y "miles de puestos de trabajo...", vayamos despidiendo y olvidando también eso que aquí consideramos trabajar.

Esta profunda contradicción es la más clara muestra de nuestra decadencia. Está claro que lo que mueve el mundo no es el dinero, sino el hambre de él. Yo voy a ir aprendiendo chino, visto lo que hay y lo que viene.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de septiembre de 2010