Todo es bueno. Los datos se suceden felizmente apuntando a que la crisis no ha existido, o no nos ha afectado, o saldremos de ella antes que nadie, o seguimos a punto de hacerlo, y, además, cuando lo hagamos, será de forma ejemplar, constituyendo el espejo en el que habrá de mirarse de nuevo Occidente si no quiere quedarse tirado en la estela de la imparable locomotora económica española, a cuyo frente y con pulso firme, ese adalid de la Alianza de Civilizaciones nos conduce, nadie sabe bien hacia dónde.
Ve, escucha y lee uno lo que los medios adocenados cuentan de cómo va el asunto y no puede dejar de preguntarse a quién engañan, o quiénes se quieren seguir dejando engañar.
Resulta que la última cifra de paro es excelente, pues "sigue apuntando a un inminente cambio de tendencia en el mercado laboral". La recuperación económica es patente "por la cifra de ventas de automóviles en agosto"... ¿Seguimos en Babia o en Arcadia?
Corbacho huye avergonzado: entró con 2,4 millones de parados y se va a arreglar otros entuertos en Cataluña dejando más de cuatro millones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 5 de septiembre de 2010