Luces, música y acción... desde las alturas. Nunca mejor dicho: la edición número 30 de la Fira de Tàrrega se inauguró ayer por todo lo alto con el espectáculo Moaré, de la compañía Voalá Project. A las nueve de la noche, 12 acróbatas tomaron el cielo de la localidad leridana para crear efectos ópticos danzando suspendidos por una grúa. Lanzaron purpurina al público, dieron volteretas en el aire y se movieron al unísono con luces de neón que reflejaban su silueta en los edificios de los alrededores. "Es estreno absoluto, nos ha costado dos meses de ensayos intensos... pero inaugurar la Fira de Tàrrega con un equipo de 24 personas en estos momentos de crisis es un acontecimiento importante", exclamaba su director escénico, Roberto Strada. Es una fuerte apuesta que ha significado un reto para la organización de este festival de artes escénicas en la calle que se celebra hasta el domingo.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de septiembre de 2010