Francisco Camps eligió el aulario del colegio rural de Montanejos, un pequeño enclave del interior de la provincia de Castellón limítrofe con Teruel, para inaugurar la entrada oficial a clase de los 450.075 alumnos de Infantil y Primaria matriculados este curso. El presidente de la Generalitat, ajeno a las críticas contra la gestión de su consejero Alejandro Font de Mora, defendió su "tarea hercúlea" y su dedicación para dotar al sistema educativo de "más colegios y universidades". Los más pequeños, como se aprecia en la fotografía, ajenos al despliegue oficial de cargos públicos y reinas de fiestas, dejaban aflorar cierta pereza por la vuelta a clase.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de septiembre de 2010