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Una comarca al borde del colapso

A Coruña y su comarca, con más de 400.000 habitantes, vive asfixiada por el tráfico rodado. El más nimio accidente en la arteria principal de entrada y salida a la capital provincial en la que se alojan servicios básicos como el hospital, la universidad o el puerto, entre otras grandes empresas, garantiza monumentales atascos en toda el área metropolitana. El colapso circulatorio es pan de cada día. Dos veces en el último mes quedaron bloqueadas las salidas y entradas durante horas por averías o accidentes de vehículos. Y es casi nula hasta ahora la alternativa al coche para moverse cuando casi el 60% de los usuarios de A Coruña y sus servicios residen fuera, en otros municipios del cinturón urbano.

Hubo un tiempo no tan lejano en el que existía una oferta de transporte público, como tranvía o tren, para circular por la segunda comarca más habitada de Galicia. Pero en las últimas tres décadas la población en las afueras de A Coruña se ha triplicado. Y su crecimiento fue a la par que la supresión progresiva pero imparable de líneas de transporte público. Y el retraso en la construcción de nuevas infraestructuras viarias, como la circunvalación llamada Tercera Ronda o la vía Ártabra que conectará los municipios vecinos de A Coruña, no hizo más que empeorar las cosas.

La movilidad es una de las grandes asignaturas pendientes para esta comarca urbana. Y por eso, el plan de transporte metropolitano aprobado ayer por la Xunta es muy esperado. Contribuirá a aliviar la pesadilla diaria de moverse por una comarca en la que no hay posibilidad hasta ahora de circular entre la capital y los municipios vecinos para trabajar, estudiar o ir de compras sin hacer trasbordo en la estación de autobuses de A Coruña. Valga como ejemplo la única línea de bus metropolitano que en la actualidad conecta el centro de la ciudad con el aeropuerto de Alvedro, situado a unos ocho kilómetros en Culleredo. Un servicio al que recurren a diario para desplazarse miles de vecinos que no son usuarios del aeródromo.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 10 de septiembre de 2010