El edificio que albergará el Museo Provincial de Bomberos, en Alcoi, impulsado por la Diputación de Alicante, está acabado y a la espera de ser inaugurado más cerca de la cita electoral de mayo de 2011. Pero el coste final de la obra de 4.764.263,87 euros y el incremento final de su coste, de un 96,1%, contrasta con las dificultades que están teniendo los consorcios de bomberos de toda Comunidad Valenciana para cobrar los casi 30 millones que les adeuda el Consell y las constantes reclamaciones para que se cumpla el acuerdo marco 2008-2012 que regula sus condiciones laborales.
El proyecto del Museo Provincial de Bomberos fue aprobado por decreto del presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll, el 27 de febrero de 2006. Otro decreto de 5 de julio del mismo año adjudicó las obras a la empresa Obrascon Huarte Lain, SA por 2.429.538,34 euros y ese mismo mes fue colocada la primera piedra. Sin embargo, en marzo de 2008 se reunió de urgencia la Junta Rectora del Consorcio Provincial para aprobar un modificado de la obra por importe de 2.334.725,53 euros, es decir, de un 96,1% más, e incrementar el plazo de ejecución en otros seis meses. En todo caso, el proyecto se terminó de ejecutar con más de dos años de retraso y sigue sin tener fecha de inauguración.
El modificado se justificó en un informe del arquitecto director de la obra, fechado en febrero de 2008 en el que decía que "las obras están suponiendo una mayor complejidad con respecto a lo inicialmente previsto, dada la precaria situación de estabilidad en que se encontraba el inmueble antes del comienzo de las obras".
Modificaciones
Pero unido a ello, el mismo informe relataba una serie de modificaciones en el proyecto que nada tenían que ver con la estructura del inmueble, una antigua fábrica de mediados del siglo XIX, incluida en el catálogo de edificios de interés de Alcoi, conocida como La Algodonera o la Antigua Fábrica de Tacos.
Así, se relacionan "la adecuación de una edificación a la parte posterior de la fábrica, junto a la sala de generadores de energía, para albergar las climatizadoras, calderas y grupos de infraestructuras; la construcción de una edificación semi-enterrada, alojada en la parte inferior del terraplén intermedio, donde se ubicará el aparcamiento para visitantes, con fachada al patio lateral derecho de la antigua fábrica, para las oficinas de gestión del museo; mejoras en el acondicionamiento del quiosco-bar y su terraza sobre el río (...) y la ampliación de la práctica totalidad de las instalaciones previstas inicialmente para dar servicio a las demandas de la museografía que se pretende desarrollar".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 11 de septiembre de 2010