Afectado anímicamente por su exclusión en Sudáfrica, Diego López, obsesivo del trabajo, se dijo a sí mismo que iba a resarcirse y a demostrar que también merece la internacionalidad. Tres paradas sensacionales en los diez primeros minutos sostuvieron a un Villarreal nervioso en defensa, que se tranquilizó con la seguridad trasmitida por su portero. Luego, sus compañeros le respondieron con precisión y efectividad liderados en ataque por un enorme Borja Valero. A la fiesta, en la que participaron Rossi y Cazorla, se sumó en los últimos 20 minutos Jefferson Montero, un extremo ecuatoriano de 21 años procedente del filial que sirvió a Nilmar el gol que cerraba la victoria.
El encuentro fue frenético. A los dos minutos, Borja Valero tuvo una ocasión inmejorable. En los ocho minutos siguientes, el Espanyol monopolizó el juego y las ocasiones, hasta tres consecutivas: dos de Osvaldo, que después se retiró lesionado, y una tercera de Luis García.
VILLARREAL 4 - ESPANYOL 0
Villarreal: Diego López; Ángel, Marchena, (Gonzalo, m. 79), Musacchio, Capdevila; Borja Valero (Cani, m. 69), Senna, Bruno, Cazorla (Jefferson Montero, m. 69); Rossi y Nilmar. No utilizados: Juan Carlos; Mario, Marco Ruben y Altidore.
Espanyol: Kameni; Chica, Forlín, V. Ruiz, David García; Javi Márquez (I.Alonso, m. 68), Duscher; Luis García (De la Peña, m. 59), Verdú, Callejón; y Osvaldo (S. García, m. 32). No utilizados: Cristian Álvarez; Galán, Dátolo y Molina.
Goles: 1-0. M. 22. Rossi. 2-0. M. 31. Borja Valero. 3-0. M. 54. Rossi, de penalti. 4-0. M. 76. Nilmar.
Árbitro: Iturralde. Expulsó a Chica (m. 84). Amonestó a Osvaldo, Luis García, Musacchio, Forlín, Callejón, Ángel, Rossi, Duscher, Diego López, Gonzalo e Iván Alonso.
18.000 espectadores en El Madrigal.
La falta de sincronía inicial de Marchena y Musacchio, la nueva pareja de centrales del equipo amarillo, con apenas tres partidos oficiales defendiendo juntos, causaba inquietud. La depurada técnica de Cazorla y la gran movilidad de Borja Valero deshizo al grupo de Pochettino. Una asociación de los dos mediocampistas derivó en el gol que abría un partido intenso. Borja Valero asistió a Rossi, que remató mordido y despistó a un Kameni con el paso cambiado. El Espanyol adoleció de falta de creatividad y pegada. Para cuando entró De la Peña, tras diez meses de ausencia por lesión, su equipo perdía 3-0 tras un penalti provocado Musacchio en una incorporación al ataque del central argentino. Marcó de nuevo Rossi y posteriormente Nilmar para completar un triunfo iniciado a partir de un inmenso Diego López.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 13 de septiembre de 2010