Por fin alguien va más allá en la ley antitabaco.
Ha tenido que ser el Gobierno vasco el que promueva una ley para proteger, y ahora de verdad, a la mayoría no fumadora. El proyecto de reforma de la Ley sobre Prevención, Asistencia e Inserción en materia de Drogodependencias que ha aprobado ya el País Vasco declara la guerra al tabaco de frente, y no de soslayo, como hasta ahora ha hecho la ley del Gobierno central. Se prohíbe fumar en los bares, en todos, y ya no habrá distinción entre bares para fumadores y no fumadores (bares que, por cierto, estaban en peligro de extinción, escondidos en los lugares más recónditos). Ahora se acabó.
Y una ley que protegerá al menor: no se podrá fumar en su presencia, ni en ámbitos privados, como los coches, ni en públicos, ya sean cerrados o al aire libre, como los parques infantiles. Una ley a la vanguardia de los países que velan por la salud de sus ciudadanos, como la ha calificado Gemma Zabaleta, la consejera vasca de Empleo y Asuntos Sociales. Una ley a imagen y semejanza de otros países europeos como Irlanda o Italia, que vela, ahora sí, por los derechos de los no fumadores y para la que no importa enfrentarse con quien sea por ser llevada a cabo, como el sector de la hostelería. Así se coge al toro por los cuernos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 13 de septiembre de 2010