Aún es pronto para saber si el mercado inmobiliario valenciano ha recuperado el pulso o se trata solo de un espejismo. En julio se vendieron 5.275 viviendas frente a las 4.360 del mismo mes del año pasado, lo que representa un aumento del 31,3%. El repunte dobla el registrado en el conjunto de España (16,4%) y marca una línea divisoria respecto al mal arranque del año. Entre enero y marzo, la venta de viviendas experimentó una caída del 4,5% en la comunidad autónoma. En el segundo trimestre de 2010, la actividad mejoró, con un crecimiento interanual del 16,3% que cabía atribuir, en parte, a la anticipación de compras motivada por la subida del IVA, que se aplica desde julio.
La misma lógica hacía pensar en un mal dato en el primer mes con el nuevo tipo en vigor. Y ese escenario no se puede descartar. La información publicada ayer es elaborada por el Instituto Nacional de Estadística a partir de los datos que le suministra el Colegio de Registradores de la Propiedad sobre el número de inscripciones que se realizaron ese mes. Dado que lo último que hacen los compradores es ir al registro, buena parte de esas adquisiciones se efectuaron en realidad semanas o meses antes. De modo que el indicador de julio puede muy bien no estar mostrando una recuperación del mercado (una subida del 31% en las ventas a pesar de la subida del IVA), sino la imagen del punto álgido de la anticipación de las compras antes de la entrada en vigor del nuevo tipo.
Valencia lideró, en todo caso, el aumento (el incremento fue del 51,3%) seguida por Alicante (22,4%) y Castellón (11,2%). Las ventas se repartieron casi a partes iguales entre viviendas nuevas y usadas. Y las protegidas representaron el 5% del total.
Con efecto anticipación o sin él, los buenos tiempos siguen lejos: en julio de 2007, antes del crash inmobiliario, se inscribieron 9.278 compraventas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 14 de septiembre de 2010