Guerrilleros del equipo de seguridad de Jorge Briceño, el Mono Jojoy, revelaron al Ejército de Colombia el paradero del jefe militar de las FARC a cambio de la recompensa de dos millones de euros, según confirmó ayer el presidente colombiano, Juan Manuel Santos. El espionaje militar logró colocar en las botas del comandante guerrillero un GPS que sirvió para guiar hasta su búnker en la selva de la Macarena (sureste) una mortífera lluvia de 30 bombas de 250 kilos.
MÁS INFORMACIÓN
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 25 de septiembre de 2010