La bailarina bonaerense Eleonora Cassano es una figura bien conocida del público madrileño desde los tiempos en que era fulgurante pareja escénica de Julio Bocca. Juntos recorrieron el mundo haciendo ballet académico y mostrando las excelencias de la escuela argentina. Después Cassano hizo una pausa, y volvió a las tablas más centrada en la explotación de una vertiente del tango estilizado en clave de ballet que ella borda. Con Bocca ya hacían coreografías de Ana María Stekelman en esta línea, que ahora también es la responsable de Tango de burdel, salón y calle (Teatros del Canal. Del 30 al 11 de octubre. 20.00).
Stekelman propone un recorrido que tiene mucho de antropológico (basándose en un guión de Elio Marchi), ya que el tango, que ha fascinado a grandes compositores (como Stravinski) permite una redacción coréutica virtuosa y con muchos matices de estilo, tantos como el avatar de su leyenda y su viaje desde el arrabal de los tiempos fundacionales a los más encumbrados salones y entarimados.
En vestuario es de otra colaboradora habitual del Ballet Argentino Fundación Julio Bocca, la muy premiada Renata Schusseheim, mientras que la dirección musical y los arreglos corresponden a Julian Vat.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 26 de septiembre de 2010